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Noviembre 2005

    La tecnología RFID: la última apuesta en seguridad

    Según los principales expertos y analistas, 2006 será el año de la consolidación de la identificación por radiofrecuencia (RFID), un sistema que ya está siendo utilizado en numerosos artículos y que, gracias a Shangai y a las autoridades chinas va a comenzar a utilizarse para combatir la piratería. Todavía es pronto para conocer si este nuevo método va a tener unos resultados óptimos. Lo que parece que ya es una realidad es el fin de los proyectos piloto y el comienzo de la implantación. Ya se verá y, para que se vea no falta mucho tiempo, tan sólo un año.

    Una revolución digital

    La tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) está adquiriendo peso. Por lo menos esto es lo que puede parecer si tenemos en cuenta las últimas noticias que están apareciendo y que ponen a esta tecnología como un método más que seguro para identificar no sólo a personas (el proyecto US-VISIT, puesto en marcha por las autoridades estadounidenses después de los atentados del 11 de septiembre y que busca obtener una mayor identificación de aquellos que entren en territorio de EE.UU, es el abanderado en reconocimiento de personas), sino a programas informáticos, vídeo o CD de música (China va a ser el primer país en incorporar esta tecnología para luchar contra la piratería).

    2006, ¿el año de la consolidación?

    Para que entiendan cuál es la importancia que está adquiriendo esta tecnología, según un estudio de Unisys, a finales de 2006 se producirá un giro más que significativo, ya que “las compañías dejarán atrás la fase piloto, implantando infraestructuras de que se convertirán en un elemento esencial de sus negocios para el próximo año”.

    “Los escépticos de la RFID, que ven sustanciales retos técnicos y reglamentarios o no ven un rendimiento sobre la inversión, se equivocan. Lo mismo ocurrió con la tecnología de los códigos de barras hace 30 años, muchos en la industria de los productos minoristas y de consumo la consideraron costosa, técnicamente imperfecta e innecesaria”, afirmó Peter Regen, vicepresidente del área del comercio visible global de Unisys, que continuó asegurando que “hoy en día, los códigos de barras se encuentran en el 87 por ciento de los artículos del supermercado, y la velocidad de adopción de la RFID en múltiples industrias ya es más rápida. Muchos de los elementos claves ya se encuentran en funcionamiento, y los impulsadores del mercado a través de las industrias promoverán su implantación”.

    Gen 2

    Y es que para poder llegar a esta consolidación hay que destacar los importantes avances que se han logrado durante este año, tales como la puesta en marcha de la normativa Gen 2, que hace posible el uso de un único marcador seguro en todo el mundo, y que ayudará a su adopción en las distintas industrias.

    Más concretamente, en la aprobación de este estándar, basado en la clasificación ISO 18000-6 y aprobado el pasado mes de diciembre, también han participado empresas tecnológicas como HP o Check Point. Pero no fue fácil aprobar la norma Gen 2 (abreviatura de EPCglobal UHF Generation 2), ya que Intermec trató de parar la misma por creer que puede incumplir varias patentes suyas relacionadas con el sistema de radiofrecuencia. Finalmente se consideró que el estándar no infringía las patentes de Intermec, pero que si es necesario, y la etiqueta necesitara de una lectura particular, se pagaría a Intermec en concepto de derechos de propiedad intelectual.

    En qué consiste RFID

    Y, teniendo en cuenta que el futuro de este sistema es más que prometedor, convendría conocer en qué consiste la identificación por radiofrecuencia. Básicamente RFID es un método de almacenamiento y recuperación de datos remotos que utiliza unos dispositivos denominados etiquetas o tags RFID.

    Pues bien, continuando con la explicación, donde realmente se encuentra, por decirlo de alguna manera, los avances tecnológicos son en estas etiquetas, ya que contienen antenas que les permite recibir y responder peticiones por radiofrecuencia desde un emisor o receptor RFID.

    En definitiva, el propósito de un sistema RFID es permitir que se puedan transmitir datos mediante la etiqueta, para que sean leídos por un receptor y procesados según las necesidades de una aplicación determinada. Así, estos datos pueden proporcionar información sobre la identificación o localización, o específicos sobre el producto marcado con la etiqueta, como, por ejemplo, el precio, el color, la fecha de compra…